domingo, 20 de marzo de 2011

Mario Vargas Llosa y el Colegio Leoncio Prado



Aquí dejo el enlace a una noticia curiosa (del 19.03.2011):

El Ejército "rehabilita" a Vargas llosaEl Ejército "rehabilita" a Vargas Llosa

En cuanto leáis La ciudad y los perros comprenderéis por qué el ejército peruano y especialmente el Colegio Militar Leoncio Prado han odiado durante muchos años a Mario Vargas Llosa.
Se dice que un buen número de ejemplares de La ciudad y los perros se quemaron en el patio del Leoncio Prado poco después de su publicación.
Ahora su autor, tras recibir el Nobel, ha sido "perdonado", "rehabilitado", por la institución castrense, y Mario Vargas Llosa ha podido volver a pasearse por las cuadras del colegio. ¿Buscando a Alberto, al Boa, al Jaguar?

5 comentarios:

  1. El hecho de que a un autor de esta categoría le hayan despreciado durante años por decir lo que piensa y siente es totalmente inadmisible. Parece ser que actualmente se han dado cuenta de que no porque una persona piense totalmente contrario a otra o a una institución como es el colegio Leoncio Prado o el ejército, tienen porque quitarle méritos a una obra de tal calibre como es La ciudad de los perros. Si os soy sincera yo creo que ha sido ahora cuando han aceptado y rehabilitado a Mario y han empezado a reconocer su gran talento, porque le han dado el tan codiciado premio Nobel, ¿qué pasa que ahora por recibir este primo es mejor escritor que lo era antes? Está claro que no es así, pero muchas veces sólo cuando los demás se dan cuenta del talento, la fama, el prestigio, la clase u otros atributos más, es cuando nosotros nos damos cuenta de que realmente merece la pena esa persona o lo que realiza.

    ResponderEliminar
  2. Desde mi punto de vista,la actuación del ejército y de la mayor parte del país me parece indignante,pues ha sido necesario que Vargas Llosa recibiera el premio Nobel para que estas personas cambiasen de idea respecto a él y sus obras.
    Este cambio de actitud viene dado
    mayoritariamente por los intereses que respectan al país respecto al elogio que supone tener a un premio Nobel entre tus ciudadanos,un premio Nobel al que posteriormente de recibir este premio criticaban duramente por sus obras inspiradas generalmente en el ambiente y sociedad de Perú,mediante las cuales trataba de transmitir una realidad,lo que parece que a los peruanos no les gustaba que supieran los demás.

    ResponderEliminar
  3. Lo primero a comentar es el "repentino" cambio sufrida por la población peruana, ya que han pasado de odiarle y, como dice en el texto, considerarle un traidor a su patria simplemente porque no les gustaba lo que escribía, a idolatrarle por recibir el premio Nobel. En mi opinión, lo único que le interesa a esta gente es enorgullecerse de Vargas Llosa, ahora que ha ganado tan prestigioso premio, pero no porque estén de acuerdo con sus obras. Por otra parte, tengo que destacar el fragmento que describe la relación de Vargas Llosa con su padre, ya que en ningún momento le apoya en su sueño, el de escribir, e hizo muchos méritos para que abandonara esta idea. Por suerte para todos, el actual premio Nobel siguío escribiendo, a pesar de lo duro que es no tener el apoyo de un padre.

    ResponderEliminar
  4. Una vez leído este texto, se demuestra la hipocresía del poder y de las autoridades militares, ya que Mario Vargas Llosa fue considerado como persona no grata y que actuaba en contra de los intereses de su país hasta que recibió el premio Nobel de literatura. A partir de ese momento, fue gratamente recibido, haciéndole varios homenajes, incluyendo un homenaje de los militares del colegio donde estudió en su infancia y siempre le habían rechazado.
    A pesar de estas situaciones, cabe destacar la personalidad del escritor, como una persona no rencorosa, ya que él recuerda sus años en el colegio como una etapa feliz, que le permitió conocer la vida de las diferentes zonas de Perú a través de sus compañeros, cuyos conocimientos influyeron en sus escritos.
    Carmen Ágreda

    ResponderEliminar
  5. Mario Vargas Llosa ha tardado 50 años en poder volver a pisar su colegio, el Leoncio Prado.
    ¡Menos mal que le han dado el Nóbel!
    Lola

    ResponderEliminar