lunes, 8 de mayo de 2017

COMENTARIOS 8

La invasión de nuestra vida privada por la tecnología, especialmente por los llamados "teléfonos inteligentes", es el tema de este interesante reportaje:
Cuando el hombre dejó de concentrarse o esta notificación te está robando un pedazo de vida







Y un artículo de opinión sobre un tema de actualidad: ¿deben los héroes deportistas seguir siendo adornados por azafatas o "paragüeras"?
Azafatas. La cosificación de la mujer


9 comentarios:

  1. Vivimos enganchados a la red, o más bien, somos la red. Las últimas generaciones pertenecemos al mundo de las tecnologías, y es imposible evitarlas en nuestro día a día. Sin embargo, no somos los únicos que las utilizan: las generaciones anteriores –las que no conocieron ni el teléfono móvil durante buena parte de su vida- se adaptan a este ritmo frenético y no se pierden nada de este mundo online.

    En general, la sociedad vive pendiente de su móvil, considerado el objeto más valioso, e invierte cada vez más tiempo en su uso. Por ello, las grandes compañías de internet se convierten en las dueñas de nuestras vidas, pues desarrollan apps con las que controlar nuestro tiempo y nuestros datos, y toda la información personal que colgamos en la red se transforma en un arma de doble filo: a favor suyo y en contra nuestro.

    Por lo tanto, a pesar de que las tecnologías siguen desarrollándose para “mejorar” nuestras vidas, no debemos olvidar que el ser humano es un ser social, y que, por mucho que las máquinas “presuman” de ser la nueva forma de entretenimiento, nunca habrá nada mejor que una buena conversación.

    Ainhoa de la Peña.

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  2. Vivimos en una sociedad en la que la mujer es discriminada de múltiples maneras o formas. Y este es el caso que se nos presenta, ¿debe sustituirse el papel de la mujer en eventos como el ciclismo, tenis etc.? Y es que en dichos eventos el papel femenino es utilizado, en cierto modo, como manera de laurear al campeón, entregándole un premio o sujetándole un paragüas.

    Sin duda, el hecho de que la mujer está infravalorada hoy en día es una obviedad, pero también es cierto que dicho trabajo es realizado por modelos de forma voluntaria, es más son recompensadas económicamente por ello, por lo que ¿ es realmente una forma de machismo o se está llevando al extremo esta situación?.

    Indiscutiblemente, este hecho debería cambiar ya que sin darnos cuenta estamos contribuyendo a que se siga acortando o mermando el papel de la mujer, y esta, siga sufriendo el machismo en múltiples ámbitos como el laboral, ya que estudios recientes demuestran que la mujer cobra en torno a un 23% menos que los hombres.

    Roberto Ruiz Viluendas

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  3. Vivimos en una sociedad en la que el teléfono móvil es una parte mas de nosotros, en la que no puedes pasarte mas de una hora sin mirar la pantalla del móvil aunque solo sea para mirar la hora.
    Las nuevas tecnologías son un gran avance para la humanidad, por que son capaces de controlar cosas que antes escapaban a nuestro alcance. Pero a llegado a un extremo en el que ya para cosas inútiles somos dependientes del móvil.

    Esto hace que todo la vida social que se hace en persona, cara a cara, se haga a través del teléfono y eso es una base de datos de tu identidad, que en cualquier momento ya puede ser pública. El mantener la vida social a través de una app hace que todos nuestros datos queden recogidos y se priva de la privacidad de tu identidad que un principio se debería tener.

    Así la tecnología es buena para avances médicos, pero es peor para nuestros avances personales, por que vivimos enganchados y para un aparato que hemos creado nosotros y que sin darnos cuenta nos controla a nosotros.

    Lucía Sáenz de Cabezón

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  4. Hoy en día más que mirar el mundo a través de nuestros ojos, lo hacemos a través de una pantalla, como si desde ahí se vieran más bonitas las cosas. Las nuevas tecnologías es cierto que nos ayudan y facilitan la vida; pero al mismo tiempo están acabando con el significado de la misma, viviendo por y para –en este caso- el móvil.
    Cada vez mas oímos casos de adicción grave al móvil, de tal manera que la persona que padece esto no puede pasar ni un segundo al día separa de él. No importa que esté apagado, tan solo con sentirlo la persona se siente satisfecha. Noticias como esta son las que deberían abrirnos los ojos para comenzar a cambiar.
    Es abrumador ver a todo el mundo por la calle con la cabeza agachada mirándose continuamente en un espejo negro que a mi parecer más que otorgar la felicidad, la absorbe.



    Marina Tudelilla Alonso

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  5. Hoy en día, nuestra sociedad sigue manteniendo rasgos machistas, que, de manera directa o indirecta, provocan una discriminación y en algunos casos una humillación a la mujer. Entre estos hechos se encuentra el conocido como “la cosificación de la mujer”, que realmente quiere decir el acto de representar o tratar a una persona como a un objeto. Y más concretamente, la cosificación sexual consiste en representar o tratar a una persona como un objeto sexual, ignorando sus cualidades y habilidades intelectuales y personales y reduciéndolas a meros instrumentos para el deleite sexual de otra persona.

    Esta forma de violencia simbólica, que resulta casi imperceptible, somete a todas las mujeres a través de la publicidad, las revistas, las series de televisión, las películas, los videojuegos, los videos musicales, etc. Sin duda, las mujeres reciben un trato no correspondido, pero ¿son sólo culpables las personas que “organizan” esta humillación o también son las propias mujeres las que dejan usar su imagen como medio para ganar dinero?

    Por todo ello, nosotros, las personas, deberíamos hacer un esfuerzo por modificar esta sociedad devorada por el consumismo e intentar conseguir la igualdad de género, algo por lo que mucha gente ha luchado a lo largo de la evolución. Cuando consigamos todo ello, obtendremos una sociedad justa y libre.

    Javier Villaescusa Arenas

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  6. Las tecnologías y, en concreto, los smartphones son uno de los principales problemas que atacan nuestra sociedad. La necesidad de utilizarlos a todas horas nos afecta en momentos en que, por ejemplo, hemos de concentrarnos y al oír el "pipipi" de nuestro teléfono, nos falta el tiempo por ir a atenderlo, dejando todo tal cual. Pero la cosa no acaba aquí, pues cuando tu intención es mirar la notificación y dejarlo, el móvil te "atrapa" de tal modo que hasta los 10-20 minutos te resulta imposible volver a lo que hacías.

    ¿Qué está pasando? ¿En qué nos estamos convirtiendo? Es tal la dependencia que tenemos respecto a los teléfonos móviles, que podría incluso considerarse una "enfermedad". Somos incapaces de separarnos de ellos, viéndose afectado nuestro ámbito personal. Los smartphones nos están consumiendo, además de privarnos de un avance social positivo.

    Clara Vallejo Ramírez

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  7. La noticia nos presenta la cosificación de la mujer en el mundo del deporte, y nos plantea la duda de si seremos capaces de eliminarla, pero ¿acaso solo está presente en el deporte? Es verdad que estamos acostumbrados a ver bellísimas azafatas entregar ramos de flores y repartir besos entre los ciclistas, en el paddock de los circuitos, vestidas con shorts, o en los descansos del baloncesto bailar, a menudo, en mallas y top; es decir, las encerramos en un rol, obligándolas a sonreír y entretener al espectador, para que la mire, disfrute del espectáculo que les ofrecen con sus ropas cortas y cuerpos que siguen a la perfección los cánones de belleza impuestos por la sociedad, cosificamos a la mujer porque es lo que se ha hecho desde hace años, la consideramos la recompensa para un hombre que acaba de ganar una carrera porque es lo que se merece ¿no?, le obligamos a encerrarse en unos cánones de belleza casi imposibles de seguir, incluso les acomplejamos por no llegar a esos niveles de “perfección”, porque es como deben ser si quieren gustar al mundo.
    Pero, ¿solo es así en el mundo del deporte? Claro que no, las mujeres vivimos empujadas a seguir todo estos roles impuestos por la sociedad, obligadas a vivir a la sombra del "poderoso hombre". En pleno siglo XXI este es el pensamiento de muchos ¿y qué se hace para des-cosificar a la mujer? Nada, siempre ha sido así, ¿y por qué intentar cambiarlo?, creemos que el tiempo lo hará, pero no, este pasa y nosotros seguimos encerrados en nuestros antiguos pensamientos en los que la mujer es un objeto, una recompensa merecida.

    Laura Rodríguez Antoñanzas

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  8. El papel de la mujer en nuestra sociedad parece que esta de camino hacia a la igualdad, a un paso lento pero seguro. Pero todavía existen actos dentro de nuestra sociedad que ponen en riesgo estos avances de la tan necesaria igualdad de género. En este artículo se habla sobre la cosificación que sufre la mujer en numerosos actos oficiales en las que se exhibe a la mujer como un trofeo como si de un trozo de carne se tratase. Además con este tipo de actos solo benefician a la estereotipación de unos cánones de belleza a veces inalcanzables creando el rechazo a su cuerpo por gran número de mujeres. ¿Acaso en los eventos deportivos femeninos el premio es concedido por hombres musculosos que posan junto a las ganadoras, las besan y les entregan sus galardones? Para evolucionar nuestra sociedad debería avanzar y dejar atrás actos de este tipo y considerar y valorar por igual los actos realizados ya sean por mujeres o ya sean por hombres.


    Víctor Renet

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  9. Esta noticia nos expone un tema muy actual y a la vez muy discutido ¿es verdad que las nuevas tecnologías nos están robando nuestra capacidad de concentrarnos?
    Hoy en día la gran mayoría de las personas vive enganchada a un aparato electrónico, ya sea un móvil, un ordenador o la televisión, y a mi parecer todas nos roban pedazos del día, es decir, nos empujan a momentos en los que vivimos inversos en una pantalla. Algunos son incapaces de alejarse de la tecnología por culpa del silbido que emite el móvil cuando recibe una notificación, un correo del trabajo, una mención en Twitter, un vídeo en directo en el Facebook de un amigo… Las aplicaciones usan trucos psicológicos para que no nos alejemos de ellas y eso provoca que nos distanciemos de la gente que nos rodea, ¿nos están haciendo seres antisociales?, sin duda, el impacto que la tecnología tenga sobre nuestra vida depende de nosotros, pero tal y como progresa la sociedad es inevitable participar en el uso de estos nuevos avances tecnológicos.
    La sociedad está cambiando constantemente, y ahora estamos en el momento en el que la tecnología está a la orden del día, ¿y acaso esto es malo? La historia ha demostrado que los avances tecnológicos han ayudado a la sociedad y a los países a evolucionar. Pero quizás el "problema" es que van demasiado rápido, solo hay que recodar que hace 50 años poca gente tenía televisión en casa, y ahora Facebook nos anuncia que quiere que seamos capaces de escribir en nuestros muros telepáticamente, sin duda los avances tecnológicos no tienen límites, y si sabemos cómo utilizarlos, podrían facilitarnos mucho la vida.

    Laura Rodríguez Antoñanzas

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