miércoles, 26 de abril de 2017

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16.000 EUROS POR PASAR DOS MESES EN LA CAMA

Este es el llamativo titular de un reportaje propuesto por María Rodríguez para que lo comentemos:
Sin levantarse
¿Qué os parece?



2 comentarios:

  1. A todo el mundo le interesan los avances científicos, y más aún si se dan "ahí fuera".

    Agua en Marte, satélites artificiales, estaciones espaciales... Suena muy bonito y, sobre todo, suena a que somos una sociedad muy evolucionada.

    A primera vista es una ganga, ganar 16.000 euros por estar tumbado en la cama dos meses y, además, contribuir a un proyecto internacional que podrá desembocar, algún día, con la vida humana en otros planetas. Pero la realidad es que este "trabajo" tiene un alto riesgo de ocasionar efectos secundarios en la salud de los trabajadores, o pacientes, según se mire. Está claro que para avanzar en algunos aspectos hay que sacrificar ciertas cosas y que, experimentar con humanos es la manera más fiable, directa y rápida para sacar conclusiones y progresar con estas investigaciones; pero, fuera del contexto de investigación científica, ¿alguien se ha preguntado por qué estos hombres se presentan voluntarios para acceder en este proyecto tan desagradable?

    ¿Tendrá que ver, quizás, con una necesidad urgente de ingresos económicos? ¿Será esto una consecuencia directa del alto nivel de desempleo y pobreza juvenil?

    Después de todo, si aún hay jóvenes tan desesperados por encontrar un trabajo que arriesgan hasta su propia salud para ganar dinero; si nos preocupamos más de viajar al espacio exterior o de si hay vida en otros planetas que de solucionar los problemas económicos de la gente y mejorar su nivel de vida; si destinamos más dinero a proyectos de investigación espacial que a proyectos educativos para gente en riesgo de exclusión social: ¿realmente somos una sociedad tan evolucionada como creemos?

    Cristina Orío Aparicio

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  2. ¿Merece la pena estar tres meses en una cama sin moverse por 16.000€? Parece una propuesta tentadora, pero a la hora de la verdad no es una situación nada fácil. Los seres humanos por naturaleza necesitamos estar en movimiento, no por obligación sino por necesidad básica. Somos seres activos. El caminar, el correr, o un movimiento tan simple como el de rascarse la nariz son vitales para nosotros.

    No creo que una persona con una buena condición económica y física requiera de este 'trabajo' si así se le puede llamar.

    Por un lado se podría ver de un manera positiva: ganas mucho dinero por estar en la cama, ayudas al avance de la ciencia, puedes hacer durante mucho rato uno de los mayores hobbies de la gente (dormir).

    Pero toda cosa buena tiene su parte mala, por lo tanto, por otro lado, sometiéndonos a este experimento tenemos prohibido hacer cualquier movilidad que requiera separar cualquier parte del cuerpo de la cama, algo difícil de soportar aunque imagino que no imposible.

    Pero siempre habrá alguien dispuesto a hacerlo por diferentes motivos.

    María Rodríguez Blázquez

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