jueves, 7 de noviembre de 2013

Poesía elegíaca


Las Coplas de Jorge Manrique fueron solo el principio.

Desde el siglo XV se suceden en nuestra lengua los poemas que lamentan la pérdida de un ser querido: dos ejemplos relevantes del siglo XX son la "Elegía a Ramón Sijé", de Miguel Hernández, y el "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías" de Federico García Lorca.

Si quieres oír las Coplas, la Elegía y el Llanto, pincha AQUÍ y date cuenta de la enorme influencia de Jorge Manrique en García Lorca. O lo que es lo mismo: comprueba que tanto Miguel Hernández como García Lorca conocían a la perfección las Coplas de Manrique.

Además, la pervivencia de las Coplas se muestra en imitaciones o recreaciones casi contemporáneas (las "Coplas a la muerte de un colega" de García Montero, por ejemplo, cantadas por el grupo TNT-¡heavy metal!-).

Coplas a la muerte de un colega-García Montero+TNT

Pero no todo es muerte y desolación. Como ya avisaba Manrique, existe otra vida, "la de la fama" que permite al hombre sobrevivir a la muerte corporal. La memoria vence al olvido, la escritura a la muerte; por eso, dejemos en este blog vuestras "Variaciones sobre el tópico del Ubi sunt", para dejar constancia de que lo que somos, pensamos y sentimos a trece de noviembre de 2013.

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